Nueva Zelanda: el aislamiento dificulta el tráfico de mercancías

a. hartrodt dispone de su propio almacén aduanero y ofrece servicios completos de transporte aéreo y marítimo.

John Pyman es Director General de a. hartrodt Nueva Zelanda, con sede en Auckland, y lleva más de tres décadas en la empresa. "Nunca he vivido una situación tan difícil como la que tenemos ahora", dice. Sin embargo, Nueva Zelanda es uno de los países del modelo Corona y está superando la crisis comparativamente bien desde el punto de vista económico. El Banco ANZ de Nueva Zelanda, con sede en Wellington, espera que el producto interior bruto aumente un 3,5% en 2021. Sin embargo, el país insular se encuentra actualmente sumido en la recesión, lo que está afectando duramente al sector logístico, según Pyman: "La interrupción de las operaciones de transporte marítimo y aéreo relacionada con la covacha está provocando una escasez de espacio sin precedentes y unas tarifas de flete que baten récords".

Importación de mercancías con retraso de hasta 30 días

Nueva Zelanda está luchando contra la pandemia con el aislamiento, pero recientemente ha reabierto la frontera con Australia en forma de "burbuja" libre de cuarentena. En consecuencia, hay una falta de capacidad de carga aérea, y los vuelos de carga fletados sólo suelen estar disponibles de forma muy limitada y con tarifas de carga elevadas. El transporte marítimo tampoco funciona de forma fiable; Pyman informa de problemas en los dos principales puertos neozelandeses: "En Auckland y Tauranga, los buques portacontenedores esperan hasta dos semanas en la rada para obtener un puesto de atraque, y las importaciones de mercancías pueden retrasarse hasta 30 días desde su llegada al país hasta la entrega".

La oficina de Christchurch se encarga de las exportaciones de vino

Desde 1975, a. hartrodt tiene su propia empresa en Nueva Zelanda. Actualmente, 19 personas trabajan en Auckland (Isla Norte) y seis en Christchurch (Isla Sur). El almacén de 1.800 metros cuadrados de la empresa en Auckland ofrece 600 espacios para palés, así como zonas de carga y descarga. Allí se construyen consolidaciones de carga (Export Buyers Consols) para el transporte marítimo y consolas de transporte aéreo. La oficina de Christchurch gestiona la mayor parte de nuestras exportaciones de vino porque está cerca de las principales regiones vinícolas de Marlborough y Central Otago", explica Pyman.

En el transporte marítimo, la oferta de LCL incluye contenedores consolidados semanales hasta Hamburgo, Hong Kong, Sydney y Melbourne hasta Auckland. También hay consolas de carga aérea semanales desde Frankfurt, Sydney y Melbourne. "Hacemos todo lo posible para mantener el flujo de mercancías para nuestros clientes en condiciones extremadamente difíciles", asegura Pyman.