Décimo aniversario de la empresa de a. hartrodt Colombia

Las nuevas contrataciones en el sector de la distribución tienen por objeto estimular el comercio de exportación.

América del Sur está gravemente afectada por la pandemia de Covid-19, pero en Colombia a. hartrodt está creciendo con una lenta recuperación. El décimo aniversario de la filial colombiana a principios de marzo marcó un hito importante. Tras el largo encierro, los 14 empleados de las inmediaciones del aeropuerto internacional de la capital El Dorado miran hacia adelante. "Para finales de año, queremos contratar hasta cuatro expertos en ventas y abrir una oficina de ventas adicional", dice Adriana Villamil, directora general de a. hartrodt Colombia en Bogotá.

El negocio de la exportación lleva tres años creciendo

En Colombia, a. hartrodt está presente en el mercado desde hace 35 años, inicialmente a través de un transportista local asociado. En 2011, la empresa lanzó su propia compañía nacional centrada en el transporte marítimo y aéreo. " Como Colombia tiene un importante déficit comercial, nuestra oficina manejaba el 80% de los negocios de importación", explica Villamil. Pero en los últimos tres años ha crecido la cuota del negocio de exportación, que es el "foco comercial".

Expansión de Tradelane: Europa, China y América Latina

Los planes de crecimiento incluyen "ampliar nuestra participación en vías comerciales como Europa, China y América Latina", explica Villamil. Hasta el momento, a. hartrodt Colombia ha gestionado fletes marítimos y aéreos principalmente desde Europa, así como desde Estados Unidos, China y América Latina. Entre ellos, equipos médicos alemanes, materiales de construcción, maquinaria, cerveza belga o vino chileno". Junto con nuestros socios, también ofrecemos servicios de despacho de aduanas, transporte terrestre y almacenamiento", afirma la directora. Menciona la red mundial de a. hartrodt y las afiliaciones internacionales, como la Alianza Empresarial para el Comercio Seguro (BASC), como palancas importantes para ampliar el negocio de exportación de los clientes.

Sin embargo, los cuellos de botella en la capacidad están dificultando el negocio del transporte: "En muchos puertos de salida, la carga está esperando actualmente hasta 20 días antes de ser enviada a Colombia", dice Villamil como ejemplo. Su equipo en Bogotá trabaja estrechamente con clientes y proveedores "para responder proactivamente a cualquier cambio en el mercado".